Se mueren Ferguson, Guardiola y Mourinho. Llegan al cielo (faltaría más) y se produce el siguiente diálogo:
-Dios: Ferguson, ¿qué hiciste allá abajo?
-Ferguson: viví para el fútbol y ayude a algunos jugadores a hacerse hombres.
-Dios: muy bien, hijo mío. Siéntate a mi derecha. Y tu Guardiola, ¿qué hiciste por allí?
-Guardiola: entrené al Barcelona e hice de ellos un equipo campeón, el mejor de la historia, dicen. Además, enseñé a Messi a hablar catalán. Y sobre todo, lleve los valores y la humildat al mundo del fútbol, tan necesitado de ellos.
-Dios: muy bien hijo, siéntate aquí, a mi izquierda. Y tú, Mou, ¿tienes algo que decirme?
-Mourinho: pues así, para empezar, que estás sentado en mi sitio.